Literatura futbolera
Mezcla de pasión y poesía en el espectáculo de Alejandro Apo
y Marcelo Sanjurjo, La Pelota: un Cuento
y un Abrazo. Nos encontramos mediante cuentos, con nuestra vida a través del
futbol. Y Apo hablo un poco de todo. Para leer y disfrutar.
La lógica indica que el fútbol y la literatura van por
caminos totalmente opuestos. Pocos piensan que este deporte, seguido por
millones y basado en el sentimiento instintivo de la pasión popular del hincha,
donde se pasa de la gloria a la humillación en cuestión de segundos, donde
miles de enfervorizados (y también menos) en un estadio y en pleno griterío y
aliento logran ensordecer a la multitud, pueda asociarse con la tranquilidad de
una buena obra literaria. Sin embargo este hombre, que desde hace años es la
mano derecha del reconocido periodista y relator Víctor Hugo Morales, que vivió
momentos memorables en una cancha de futbol como el gol de Diego Maradona a los
ingleses, y que mamó la literatura de su familia, poco caso le hizo a esa
lógica popular. Alejandro Apo está presentando el desafío de mezclar el fútbol,
la literatura y la música.
EL TEATRO Y LA RADIO
Su historia y pasión por los cuentos se vuelca a los
primeros años de su vida: Mi vieja es la
generadora, junto con mi viejo y con mi abuela de un clima de inquietud general
en casa. Ellos habían impuesto que cuando terminábamos de cenar debíamos leer
un cuento por día y después discutirlo entre nosotros. Ahí conocí a Cortázar, a
Borge; a todos los grandes autores, como
Juan Rulfo, el hombre de las letras latinoamericanas que para mí representaba
todo, el mexicano que escribió Pedro Paramo fue un escritor olvidado como
tantos otros, recuerda Alejo(como lo llaman los más cercanos), expresando
la misma pasión y entusiasmo que muestra a la hora de subir al escenario.
Pero su pasión por los libros se entremezcla con sus otras
grandes debilidades: el fútbol y la música. Y justamente en la conjunción de las
tres cosas está el basamento de su espectáculo teatral y programa radial,
Con afecto, una propuesta de Víctor Hugo
(Morales). Cuando yo volví a Continental,
después de cuatro años y ocho meses, la
radio no quería transmitir los partidos del ascenso, entonces Víctor Hugo me
propuso inventar un programa para que lo conduzca yo. Y así nació la idea, el
comienzo de todo, porque el espectáculo es hijo del programa. Nosotros ya
hacíamos algo de poesía futbolera con Héctor Negro en la apertura, La Plegaria
futbolera.
Propuse hacer algo personal, pero no en el sentido egocéntrico o vedette,
personal en el sentido que yo soy nacido en el ’54 y quería representar a mucha
gente de mi edad, entonces dije: yo voy a poner mi música, voy a hablar con mis
ídolos, los jugadores que yo vi y admire como Pasteriza, Madurga, Oberti,
Maschio, Rattín, Daniel Onega, esos tipos. Un programa más referido a mí, con
la idea de representar a mucha gente y ahí apareció la idea.
De entrada no había
tanta influencia del cuento como ahora que se hizo un rito que a las tres y
media yo leo la obra y la gente me acompaña en todo el país. Y finalmente
terminamos haciendo, como dijo Víctor Hugo, esta mezcla de literatura, fútbol,
evocaciones, recuerdos, anécdotas.
Un programa que surgió con la idea de aparecer tan solo un
verano, pero el éxito del mismo lo llevo a permanecer desde hace años al aire. En febrero del ’95 el director en ese
momento de la radio, Norberto Mantinian, me dice que siga con el programa pero
que le quiere cambiar el título, porque en un principio tenía uno muy de
verano, referido a un bello y triste cuento de (Ray) Bradbury, pero muy
valioso, llamado Todo el Verano en un Día. Es un planeta donde sale el sol cada
53 años, y los pibes en un juego la esconden a una piba en un ropero y al otro día
sale el sol, los chicos se olvidan de sacarla, y cuando se acuerdan de hacerlo
ya llueve de nuevo. Todo el Verano en un Día, una maravilla de cuento. Entonces
le puse el titulo para el programa del verano y cuando me dicen que siga, el
director le pone Todo con Afecto, ahora es Con Afecto, pero el público ya sabe cuál
es la propuesta.
Consciente de que mucha gente se ha volcado a la literatura
a partir de escuchar su programa, asegura sentirse hecho, ya que este es un mundo que no te invita a leer, es un mundo alejado de
la lectura, de la paz y la felicidad que significa recostarse en una cama o en
un sillón y ponerse a leer un libro. Los chicos están muy alejados, tienen muy
poca lectura. Mucha gente llama y nos pide bibliografía de literatura futbolera
porque es la forma de que los pibes adolescentes, mezclando su pasión por el
futbol, se acerquen a la lectura.
Los cuentos de Sacheri,
de Fontanarrosa, Soriano o Dolina los acercan a la literatura. Yo siempre digo
que si nosotros acompañamos a una persona que tiene una dificultad y le
mejoramos el ratito con un cuento, con una historia, con una evocación, ya
estamos hechos. Hay varios lugares a los que nos ha tocado ir en que son varias
las personas que se reúnen alrededor de la radio esperando el cuento, y después
lo comentan. Eso va generando un ambiente de lectura y de pasión por la misma.
Yo me acuerdo cuando
me dieron el premio Cortázar ’99, tenía un orgullo bárbaro. La fiesta era a la
noche, entonces a la tarde los llamo a los organizadores, les confirmo mi presencia
y les pregunto si ahí figuraba por que me entregaban el premio. Me dijeron que
si, al programa Todo con Afecto de radio Continental, los sábados de 15 a 20,
el premio es por difundir el placer de la lectura. Y ahí pensé, nunca tan
exacto, porque para mí es un placer difundir la posibilidad de leer. Leer para
alguien, sea un grupo de ancianos, de pibes o personas de mi edad. Yo lo hacía
en mi casa, un placer. Así que nunca mejor, yo no les doy mucha bolilla a los
premios pero al Cortázar si, porque
tiene una connotación muy grande.
APO Y MARADONA
Saliendo un poquito del plano literario, se podría decir que
Alejandro Apo, es uno de esos hombres que ha tenido la suerte de vivir momentos
memorables en un estadio de fútbol, que ha seguido de cerca a equipos que
hicieron historia, no solo por estas tierras sino también a nivel mundial:
aquel independiente de Bochini, el River de Alonso y la misma Argentina de Diego Maradona. Y a la
hora de revivir sus tiempos más felices cerca del campo de juego, no duda en
marcar dos, ambos relacionados con el más grande jugador de todos los tiempo:
Diego Armando Maradona.
El primero estaba en
el estadio, no trabajando específicamente, fue cuando Diego le hizo ese gol
extraordinario a los ingleses. Y el otro es el
24 de junio de 1990 cuando Caniggia le metió el gol a Brasil en un
momento inolvidable que, además, tiene vinculación con que yo había tirado una
ficha al paño verde y había dicho que Cani iba a tener una situación, y así
fue. Y Víctor Hugo tuvo la generosidad de mencionarlo en el relato. Pero sobre
todo por la guapeza de Diego para poder jugar ese partido, yo después le vi el tobillo
y casi me muero. Me bajó la presión cuando vi ese melón que tenía. Además,
haberle ganado a ese rival y sacarlo del mundial después de recibir ese baile
que en el primer tiempo podría haber terminado cuatro a cero a favor de Brasil.
Meterle ese gol cuando ya casi no tenían reacción a los 38 minutos y esa jugada
inmensa de Diego además de la definición de Cani, con todo lo que implicaba. Es
un recuerdo que lo llevo para siempre. Un momento de gran felicidad, sin dudas.
Justamente recordando a Maradona, Alejo continua con las
anécdotas del diez. Como cualquiera de nosotros puede referirse a alguno de sus
amigos, o simplemente a aquel pibe que la rompe en el potrero, Diego parece ser
uno más (eso sí, el más preciado) en la vida “futbolística” de este
comentarista deportivo que ha seguido de cerca las idas y vueltas del crack. Ocurrió en el año ’93, el día de la
presentación de Diego en Newell’s, antes del partido con el Emelec de Ecuador.
Recuerdo que cuando se lo dije estábamos en el vestuario y teníamos que grabar
la apertura previa al partido. Quique Wolff no tenia en ese momento la mejor
relación con Diego entonces baje yo a hacer la nota.
Voy y lo encuentro, le
digo: hacemos la notita Diego y te libero. Él se sienta. Primero los muchachos
se empezaron a sacar fotos y él, un fenómeno, no hizo ningún problema. En un
momento empezamos a grabar, arranco y le digo: como alguna vez le dijiste a
Ricardo Bochini en el mundial ’86 cuando el Bocha iba a jugar contra Bélgica
“pase maestro que lo estábamos esperando”. En ese momento se quedó blanco, se había
olvidado, no pudo arrancar. Me dice “para, que me mataste, empecemos de nuevo”,
se le caían las lágrimas. Tuvimos que arrancar otra vez porque él se emocionó
mucho. Tiene esas cosas, porque que se haya acordado de su ídolo en ese momento
de gloria de él, es digno de destacar. Es como cuando le dice a Valdano(en
alusión al segundo gol a Inglaterra):” te vi durante toda la jugada y no te la
pude dar, hubiera sido menos compleja la definición, porque si te la daba a vos
no hubieran hecho tanta bambolina con el gol”. Y como dice Valdano, “ahí
termino de ofenderme porque me reflejo un jugador chiquito, mediocre”. Y, esas
son las cosas que tiene Diego.
EL SUEÑO CUMPLIDO
Hijo del creador de Polémica en el Fútbol, Alejo asegura
traer la vocación de periodista desde chico, teniendo un maestro como Mario
Trucco, en Mar del Plata. Codeándose y aprendiendo con los grandes de aquella
época, asegura haber cumplido todos sus sueños. Yo laburo con mi amigo personal, que es el relator más completo de la
historia, soy el comentarista de él y
además hago un programa que es con rasgos personales donde pongo todo, desde separadores, grabaciones,
discos, libros, todo mío, con mi gusto. Así como me critican por tanta música
que llevo, también me elogian por Serrat, por el negro Juárez, por la Varela.
Todo entra en mi gusto, Santana, Piazzola, toda esa mezcla loca que yo hago.
Entonces, si hago un programa que tiene esa repercusión en todo el país, que derivó
en un espectáculo. Además soy el comentarista del más grande relator de todos
los tiempos y además amigo personal, que más voy a pedir. El sueño es que siga
todo así, como esta.
Y con la misma simpleza y humildad con la que anhela seguir
su vida, llevando un ratito de alegría a todos los hogares, se apresta a
realizar un nuevo espectáculo, con la idea de, como siempre, seguir rindiendo
homenaje al fútbol, la literatura y la música.